LA COMISIÓN VISITA EL CIRCUITO DE SEVILLA.
Inasequible al desaliento, el amarillo Miguel-R, ha constituido hoy una Comisión Evaluadora Unipersonal que ha visitado hoy el Circuito Itinerante de Sevilla para constatar in situ hasta que punto era una alternativa real al Circuito de Campillos. De paso, ha usado la jornada como entrenamiento para la prueba definitiva que tendrá lugar, como todos sabrán, dentro de dos semanas escasas. Este es el informe de la Comisión:
La jornada ha comenzado a la hora anunciada en el blog, las 12 am, que ha resultado un poco temprano para tener competencia en la pista. El trazado del circuito y la organización de las instalaciones es totalmente distinto del año pasado. De las instalaciones se destaca como aspecto negativo el que este año no hay unas gradas que permitan tener una buen espectáculo los que están fuera. Las tarifas de grupos también han cambiado. Este año son más baratas, pero el tiempo de competición es ridículo: 7 minutos para hacer tu tiempo, y 10 minutos de carrera, con karts de 270cc. Eso por 45 € . Las comparaciones con lo que nos ofrecen los demás circuitos son escandalosas.
Mientras esperaba que llegara algo de gente con quien correr pude charlar con los encargados y les comenté lo cortitas que son sus carreras para grupos, y uno de ellos me confesó una cosa importante: con el estado del suelo donde se ubica la pista, los neumáticos se destrozan si dejan correr sesiones de más de 10 minutos.
Finalmente salí a la pista en un kart de 270 cc, junto con otros muchachos a los que había que tener cuidado de no arrollar. El coche iba bien, aunque con un poco de subviraje a la derecha. El circuito es divertido, más variado que el del año pasado pero quizás con menos puntos complicados. Sí hay una zona que da un poco de miedo: tras pasar la chichane que hay poco después de la meta se inicia una larga aceleración en un amplio arco a la izquierda, que se cierra bruscamente en un giro 180º de izquierdas. La velocidad a la que se llega es bastante alta, pero no es sólo eso: justo antes de donde deberías empezar a frenar la pista está muy bacheada y das unos botes de la ostia. Ideal para perder el control del kart a toda pastilla.
En cualquier caso en la sesión con el kart de 270cc todo fue bien, o casi bien: a mitad de sesión el asiento se aflojó y se echó para atrás y me hizó algo difícil llegar a los pedales. Pero aparte de eso, buenas sensaciones y ningún trompo.
Ya me iba cuando vi a tres de nuestra quinta esperando su turno. Resultó que iban a correr con los de 390cc y decidí unirme a ellos, para darme algo de vidilla. En mala hora. Los karts de 390cc están destrozados en general. No vi en boxes más de cinco. El mío en particular corría mucho, sí, pero a la derecha no giraba nada de nada. No era subviraje, sino infraviraje. Para cojer las cerradas curvas a derecha, o bloqueaba ruedas y cruzaba el coche o me daba un paseo por el exterior de la curva. A la izquierda, en cambio, un sobreviraje fantástico. Un toquecito y ya estaba mirando para el otro lado. Para colmo el agarre era cortito lo cual convertía al coche en un peligro rodante: rápido e incontrolable.
Aún así intenté mantener el tipo junto a los muchachos. Tanto, que al final me di la leche más grande que creo que he tenido nunca en un kart. En la zona que os comenté antes, con los baches perdí el control, y botando como un loco me fui lateralmente contra las protecciones. El coche se me levantó del lado izquierdo y yo mismo tuve un momento de ingravidez. No pasó nada, pero vaya susto.
Puedo concluir de mi experiencia que merece la pena probar el circuito pero que no está en condiciones de soportar con garantías un auténtico Gran Premio. Los coches están muy perjudicados (con motivo) y los precios son muy altos. Por la mañana no hay casi nadie, pero por la tarde me han dicho que se llena a saco. Puedo imaginar la paliza que sufren esos pobres trastos, en mano de cani tras otro, y en un circuito como éste.
