VOLANDO BAJO.

No se puede aguantar. Un día después de que Dai apretara el acelerador a fondo por la pista de Jerez, su archirrival Mato nos envió esta bonita postal. O sea que también voló bajo, pero literalmente. Así sigue la preparación de los pilotos de kartadas, nunca abandonada del todo y abierta a nuevos retos. En este caso, un cursillo de piloto (aéreo) pillado por Groupon y compartido con otro ilustre kartiano, el Sr. Ale Heinekkenen. Pero es que hay más, pues el domingo, antes de que pudiera publicar ésto, otro se los lanzaba a colonizar el espacio aéreo. Don Pablo Kartman, medio de trabajo medio de vacaciones en Sudamérica, nos mandaba la foto que coloco aquí abajo. Ahí está el tío más feliz que una perdiz junto a los mandos de un helicóptero. ¿Coincidencia? No lo creo. Nos cuenta Pablo que le dijo al fulano que está a los mandos que era piloto y que el tío por un momento se paró pensando en dejárselo (el helicóptero).

En fin, como dice el Sr. Cappi, cuidado con los pianos.

 

 

DAI SE ENTRENA EN EL CIRCUITO DE JEREZ.

Las míticas curvas del Circuito de Jerez (¡no el de karts!) eran el escenario perfecto para la reaparición de Ironman Dai después de tantos meses de ausencia. A bordo de un novísimo Seat León de 150 CV, con un campeón de españa como copiloto apretándole para que pisara a fondo, se quitó las telarañas para reaparecer lo antes posible como el supercompetitivo piloto de kartadas que es, el único que le puede hacer un poco de sombra a Mato Hamilton.

La oportunidad surgió ayer lunes, cuando le ofrecieron dos plazas gratis para un curso de conducción (una excusa para presentar el Seat León) que empezaba a las cuatro de la tarde. Su cuñado, expiloto de kartadas, no podía “porque tenía golf”, lo que pasa cuando se hace uno mayor antes de tiempo. Su primo Michael Knight tenía misión defendiendo pobres y desamparados y no podía llegar a Jerez. Finalmente le acompañó su mujer, toda una guerrera, como ya demostró en la Comisión Navideña del Indoor de Jerez (este sí, de karts).

Tras un poco de tonteo con los conos y probando el ABS llegó lo bueno de verdad, una vuelta a tope por el circuito, asesorado por un piloto profesional, ¡y animado a correr! Me decía, cuando un rato después de terminar me llamó para contármelo todo con pelos y señales, “Maikelnai, si voy sólo, no corro tanto”. Según nuestro arriesgadísimo e intrépido piloto, según llegaba la primera curva, él hubiera frenado "como cuarenta metros antes" de lo que le dijo el copiloto. Y claro, del susto, frenazo demasiado fuerte y de lado a lado. Y así toda la vuelta, con el tipo diciendo písale písale, y no frenes hasta que te lo diga, se lo pasó bomba, como se podrán imaginar. Luego, sometió a tercer grado al monitor, se enteró de quién era y le sacó una master class para pulir su pilotaje y volver más rápido que nunca en su reaparición en las pistas de karts, que será muy pronto.