lunes, 6 de julio de 2015



RITMO IMPLACABLE
Se lo dijo desde la cabina del Circuito de Alcalá del Río, tal y como bajaba de su kart, uno de los encargados: “¡Oleg, has roto el record de la pista!” En Jerez de los Caballeros lo que había batido fue el record de sanciones en un mismo GP. Pero cuando a un piloto le llaman por su nombre los que trabajan en un circuito, el resto de la muchachada ya se puede echar a temblar. Y así fue, nadie pudo parar a ese ruso menudito que, por lo que oí, para colmo tiene un kart de competición propio, lo cual, para Michael Knight, constituiría por sí sólo motivo de veto fulminante. Aunque sólo fuera por envidia cochina.
De todas maneras, que se fiche a pilotos ultracompetitivos nada cambia para mi perspectiva de Miguel-R, pues a los de siempre también los veo cada vez más lejos. Sin coche malo, sin accidentes ni averías, en definitiva, sin excusa tras la que esconderse. Los coches de delante se me escapan y los de detrás me cogen. Decía Fernando Alonso en el briefing que en ésto el 70% es coche y el 30% es piloto. Si es así, mi 30% de piloto no está aportando. Mejor le iría al coche yendo solo.
Pero quizás me estoy adelantando demasiado y centrándome en lo personal. Retomo el hilo de los acontecimientos. A la hora convenida ya estaba allí el Comité Unipersonal formado por Raúl Samper cargando con todo el peso organizativo. Otros se lo tomaron con más calma para llegar, quizás contando con que antes del ocaso no se saldría a pista. Faltaban algunos ilustres, como Senna, Fitipaldi y AJ Speed, y por otra parte me encontré con caras que no veía hace tiempo, como las de Fidel y Juanda, ésta última con claros síntomas de dormir poco últimamente. Precisamente charlando con Peter y Fidel, comentó éste lo difíciles que se estaban poniendo las carreras, tanto que no veía claro meterse ni en la Final C.
Nada más terminar mi sesión de Clasificación con el kart 7 tuve el primer susto: El penúltimo de los ocho, a unos tres segundos del tiempazo de Olé Oleg. Me había tocado un coche malo, obviamente, aunque aparte de una dirección algo durilla, no había notado nada. Los de la otra sesión marcaron todos buenos cronos, así que ya era oficial: el 16º de 17. ¡No pasa nada! Aún se me ocurrían algunas excusas. Además, para la Semifinal me tocó el kart 18, justamente ese con el que el ruso (que me perdone si es ucraniano o similar) había hecho record. No descartaba aún una épica remontada.
No era dinamita, pero el coche efectivamente tiraba. Eso sí, en la Semifinal, llegando por primera vez a la curva cerrada del fondo (curva 2) aún iba el último. Remonté un puesto porque Fonta entró colado y estorbó a Raúl Vázquez.  Luego, en el paso por la chicane, algo hubo entre Fonta y Juanda y acabé por pasar a los dos. Total, que antes del primer paso por meta ya iba quinto, a un paso de la Final A. Los cuatro de delante (Oleg, Samper, Peter y otro que no identifico) habían abierto un poco de hueco, pero con toda la carrera por delante, un buen coche y nadie que me molestara veía más que factible alcanzarles. Pobre iluso.  Pasaban las vueltas y el hueco se me hacía un abismo. Ya no había excusas, sólo el ritmo implacable y machacón de los que están más finos y te arañan décimas en cada palmo de asfalto. A los cinco minutos me pasó Raúl Vázquez hecho un torbellino y más adelante también el Rookie, el cual, para mi desconcierto final, llevaba el kart 7.
Me rindo a la evidencia, la Final B es ahora mismo el lugar natural de Miguel-R… y porque no hay Final C. Desde la grada veía cómo, en la otra Semifinal, el kart 18 le valía a Sevi para pasarlo en grande y llevarse la victoria. Cualquier roce me hacía ya sangre, y se me iba la cabeza: por momentos pensaba cosas como qué hago yo aquí en lugar de estar con mi mujer y mi hija en casa.
Como si las bolitas quisieran animarme, me otorgaron para la Final B otro coche con buena fama, el kart 22. Pero fue más de lo mismo, buenas sensaciones al principio, pero luego sangría implacable de tiempo por vuelta y pérdida de posiciones. Mi compañero de equipo AJ Speed, para hurgar más en la herida, no tuvo ni que llegar a la Clasificación para quedar mejor que yo: salió a mi lado en la Final B y la ganó el muy canalla. Desmoralizado, aunque dándolo todo todavía, sólo me quedaba una más, que me pasara Damián con el maldito kart 7. Pensé entonces en el abandono, y a puntísimo estuve. Tanto que realmente me dirigí a boxes, pero por el rabillo del ojo vi la bandera de cuadros y pude rectificar a tiempo. Esa sí que hubiera sido una cagada antológica: abandonar a 50 metros de acabar.
Salí disparado para casa, así que me perdí una Final A bastante entretenida, en la que dominaron Olé Oleg y su amigo Lassaletta, y se marcaron dos estupendas remontadas Jero y Raúl Vázquez. Por suerte están ahí los magníficos vídeos que cuelga el Kartingaso para ver las carreras desde el privilegiado palco de las cámaras on board. Por lo demás, no quiero dejar de mencionar que la organización fue perfecta, tanto por parte del Uni-Comité como por los encargados de la pista. Un poco de retraso en empezar, pero a partir de ahí bastante bien.  Las tandas se sucedieron unas a otras sin demoras, con un único parón para hacernos la foto de grupo. Y ese es el único mérito que puedo atribuirme en tan nefasta jornada, pues desde que llegué al circuito fui dando el coñazo con que se hiciera antes del final del Gran Premio. Ya saben, para no quedarme otra vez fuera de plano.
En cinco semanas (cuatro, debido a mi retraso en publicar esta crónica) tendrá lugar la última carrera de este 10º Kartingaso. Tengo entendido que se repite en Alcalá, pero en sentido inverso. No me parece mala idea, dentro de la política del Kartingaso de que en verano las carreras sean nocturnas. Eso sí, habrá que llevarse más Aután para espantar a las hordas de insectos. Jero tiene en su mano ganar el Campeonato y romper así con la hegemonía de Senna y Fitipaldi. Se le ha visto estos días entrenando con un Fórmula 3 en el Circuito de Monteblanco. Así luego las carreras de karts las ve como a cámara lenta. Les digo una cosa: aquí hay unos cuantos que no pueden ser más jartibles.

viernes, 19 de junio de 2015

FUERA TELARAÑAS
 
Aprovecho que queda sólo una semana hasta el ansiado retorno a la pista para quitarle las telarañas al blog. Tal día como hoy, viernes, pero según se acaba la jornada, espero estar bien encajado en uno de los monoplazas del Circuito de Alcalá del Río, para disputar el 7º Gran Premio del décimo Kartingaso. Poco a poco van cayendo las confirmaciones, y aunque hay bajas importantes, entre ellas la de mi compañero de equipo, cuyas facciones ya se me van haciendo borrosas de lo poco que coincidimos, seguro que la participación será, como siempre, muy alta y de gran calidad. Tras un parón tan largo y en mi actual estado de abandono físico, no apostaría yo porque mi actuación vaya a ser para el recuerdo, pero allí estaremos con la máxima ilusión como siempre. Me gustó mucho el circuito, cuando estuvimos el verano pasado, y estoy deseando repetir, así que no lo digo más, quedan convocados para leer la crónica de los acontecimientos y no se confíen: todavía me puede tocar el coche bueno.

jueves, 5 de marzo de 2015

 
CAMPILLOS MARCA DISTANCIAS

El pasado domingo 1 de marzo se celebró el 4º Gran Premio del 10º Kartingaso en el Circuito de Campillos. Esa era una cita que no me podía perder salvo catástrofe, aun a costa de sacrificar la posibilidad de conocer el Circuito de Villafranca, al que se fue en la carrera anterior. ¿Y por qué antes Campillos que este otro? Pues porque el circuito malagueño une un trazado espectacular, muy del agrado de Michael Knight, con el reciente estreno de unos preciosísimos Sodikart, que ya pude probar en octubre, pero en mojado. Aquello fue una gran experiencia, pero faltaba la guinda de probar esas mecánicas al límite en una carrera en seco. ¿Recordaría cómo era eso después de dos carreras seguidas en remojo? La última para mi había sido la de Alcalá del Río, en pleno verano de 2014.

Para redondear esta apetitosa jornada y gracias también a lo nuevecito de la flota, se decretó que el Gran Premio podía correrse a dos mangas. Miel sobre hojuelas para los sub-entrenados como el piloto B del equipo dorado o para los que están de vuelta como Lolui, al que tuve el grato placer de reencontrarme en la pista, pues es un caballero con el que se puede competir sin miedo a que te haga una tarascada. Total, que 17 coches a la vez en la pista. Desde atrás (puesto 13 tras clasificación y 14 tras la primera manga) se veía preciosa la Parrilla, y las salidas no les quiero contar, ¡vaya subidón de adrenalina! No disfrutaba de algo similar desde los 21 pilotos de Almancil (2013).

A las ocho menos cinco de la mañana, casi en el límite para cumplir el riguroso horario, consiguió el que suscribe dejar dormidito a su retoño, contra todo pronóstico, y salir por la puerta de casa con los botines en la mano para no hacer ruido. A toda pastilla hasta Campillos, sin duchar, sin afeitar, sin desayunar y sin GPS, que me hubiera venido de perlas en un par de desvíos. Allí en la cafetería del circuito me encontré a Fonta y a Reina, esos dos señores, con sus monos molones y su aspecto de tenerlo todo controlado. Sin más dilación, solté el lastre sobrante por vía rectal, me encasqueté media tostada a palo seco para entretener al estómago, y zumbando para la sala de conductores, donde el Comité trabajaba a destajo y Fitipaldi repartía cámaras-on-board para todos los niños. Los pilotos invitados, a los que se les facilitó un peto blanco (me parece muy acertado el color para señalar a los nuevos) tenían en esta ocasión un aspecto más juvenil y peligroso que en otras. Me van a jubilar antes de tiempo estos críos de peso-pluma.

En la clasificación ya se hizo evidente la brecha que me va separando de los que echan más horas al volante. Nunca me sentí peor que nadie, pero las cosas como son: el puesto 13 es ahora mismo lo que me toca. No tengo excusa porque el coche era bueno y lo notaba en las rectas por comparación con otros. Perdía tiempo claramente en las curvas más agresivas. Curiosamente me vi acompañado en la trastienda del pelotón por pilotos ilustres como Senna, Juanlu-GT y mi compañero AJ Speed. No tuvo suerte con los reglajes el defensor del título en toda la mañana. Mientras, la zona vip, primera línea de pista, se la repartían entre Vázquez, Fitipaldi, Jero y uno de los rookies, o quizás dos. No lo tengo claro, me pillaba muy lejos.

Qué maravilla esa línea multicolor de karts ascendiendo muy apretados las primeras curvas de Campillos. Sólo por vivir una salida semejante me mereció la pena el madrugón y el post-madrugón. Vázquez se situó en cabeza mientras a Fitipaldi le hacían un sándwich de pelos de punta. Por detrás, yo veía un muro de coches sin sitio para pasar. Pensando en la peligrosa curva de la bajada, pensaba, que me quede como estoy y ya veremos después. Ahí precisamente, en esa curva, me encontré el primer fregado: un coche mirando para atrás. La gente aquí está hábil y veterana y tiene el rabillo del ojo puesto un poquito más allá, así que todos pudieron esquivarlo. Luego me enteré de que era Fitipaldi: Damián perdió un momento el control en la curva (ay, esos riesgos con neumáticos fríos…), lo suficiente para tocar fatalmente al otro. La verdad es que me vino de perlas, porque se unió a los de la cola y creó un grupo con AJ, Funboy, Lolui y Damián (no siempre los mismos) en el que nos lo pasamos bien.

Entre la primera y la segunda ronda cometí el error de mirar el móvil y responder a la llamada de la selva. Madre mía, no se hacen una idea de la presión a la que estoy sometido últimamente. En fin, tragué saliva, vi que el coche que me había tocado para la siguiente era muy elogiado, y a seguir adelante, que son dos días. Me flanqueaba en la salida mi compañero dorado, también con buena mecánica, así que nos conjuramos para una gran remontada. Y no fue de las que hacen época, pero no estuvo nada mal. Llegamos juntos, no sé en qué puesto, pero más por delante que por detrás. Miro todos los días la clasificación, pero se hace rogar más que mi crónica.

Ganó la carrera Raúl Vázquez, sembrando inquietud entre los gallitos habituales porque en este 10º Kartingaso lleva dos de tres, y sumaron también bastantes puntos Jero y Raúl Samper, que adelantarán en la clasificación a Senna. Habiendo rebasado el ecuador de la competición, no podría ésta estar más emocionante. Y habrá más pilotos con posibilidades, pero disculpen si no les menciono, porque esto es sólo un bosquejo. A cada piloto la historia que más le interesará es la suya propia y todas las posiciones son buenas si hubo dicha en el camino. Es de destacar la cantidad de adelantamientos que se vivieron. No sé si es cosa de los coches, o de la pista o de la cantidad de pilotos, pero cada palmo del trazado parecía bueno para adelantar. Por esto y todo lo demás, Campillos es hoy por hoy, en opinión de Michael Knight, un circuito que ha marcado distancias con el resto.

Me despido agradeciéndoles la compañía y disculpándome por haber cogido tan rápido la carretera de vuelta. Me tienen bien cogido por la huevada y me quieren retirar de esto y de paso de cualquier otra cosa que no sea trabajar y envejecer. Al menos, este carrerón se queda para mi cuerpo serrano de 80 kilos (cabrones, engorden un poco).

viernes, 27 de febrero de 2015

¡CARRERÓN A LA VISTA!
 
Por falta de actividad, le voy a tener que cambiar el nombre al blog, y ponerle algo como ¿Pero Corremos o no Corremos? Claro que también, en un acto de fe y voluntarismo, de superación de los obstáculos cotidianos, y siguiendo las últimas tendencias políticas, quizás debería dejarlo en Corremos. A secas.
¡Pero todo es apariencia! El Kartingaso organiza a destajo todo lo que ya no puedo organizar yo, y mucho más, y es inminente la celebración de un nuevo Gran Premio que promete ser un auténtico carrerón. Sé que los que van a leer esto ya lo saben, así que es como un brindis al sol, pero no puedo resistirme ahora que me he lanzado a escribir. Será este domingo en el Circuito de Campillos, uno de mis favoritos, usando su flamante flota nueva de Sodikart. La participación se prevé muy alta, 17 pilotos nada menos, los cuales, según las últimas noticias, podrán correr todos juntos usando el celebrado formato de dos mangas. (Celebrado sobre todo por los que nos las vemos canutas para entrar en la Final A). No sólo eso, parece ser que habrá minutos extra y cada manga tendrá más de veinte minutos. Ahí la cosa se pone seria. ¡A algunos se les harán muy largas! No a los sobreentrenados, claro, es decir, a aquellos pilotos que no contentos que tener un GP cada cinco semanas se apuntan a campeonatos paralelos y a quedadas en circuitillos indoor. A esos jartibles todo les sabrá a poco. Sólo les digo una cosa, y no es por meterles miedo, pero llevo seis meses entrenándome a diario, de día y de noche, cargando con un bebé hiperactivo que va ya por nueve kilos. Aguanto ya lo que sea.