LA ALEMANA, DOS KARTMANS Y UN DESEO LARGAMENTE ACARICIADO.
A los señores Pablo Kartman y Mato ex-Kartman les gusta llamarme de vez en cuando para restregarme por la cara su disoluta vida de solteros, en particular en lo que se refiere a las carreritas de karts que se echan por ahí entre Gran Premio y Gran Premio. Se lo agradezco mucho porque les tengo envidia sana y me dan cosas que contarles a todos ustedes, y además les invito a todos a que hagan lo mismo.
Ayer sin ir más lejos me llamaron de camino a la playita, donde se han alquilado un picadero para pasar el fin de semana. (No les digo donde porque son muy celosos de su vida privada de playboy, y hacen bien. No busquen en internet su perfil de facebook). El caso es que les pillaba de paso el Circuito de Conil y se pararon un rato a hacerle los honores con una carrerita. Las cosas que pueden hacer si quieren los hombres libres. Estaba allí nuestra amiga Heike, la alemana, que se acordaba de ellos más que nada por lo pesados que son. Como aún no es temporada alta la pista estaba vacía y nuestros astutos karteros vieron una oportunidad y volvieron a plantear la eterna cuestión, el deseo largamente acariciado... Sí señores, lo que les estoy contando es que la alemana les dejó correr a la inversa el Circuito de Conil. Hay que ser cabrones. Por suerte dan muy malo para el fin de semana y se les chafará el resto del plan. Justicia divina.