domingo, 24 de febrero de 2013

INVITADOS DEL KARTINGASO.
A las ocho de la mañana partieron hoy los Sres. Peter y Miguel-R para una madrugadora sesión en el Castillo de las Guardas con el Kartingaso. ¿Traición? ¿Transición al lado oscuro? No se descarta, por supuesto, pero podríamos dejarlo de momento en un hecho inevitable ante el estado de hibernación de las Kartadas en el año sabático de Michael Knight. El caso es que Peter y Juank se han hecho con una de las dos últimas plazas de este grupo en expansión y no es plan de soltarlas. Juank no podía acudir al Gran Premio que celebraban hoy y Miguel-R aprovechó la ocasión para que no pasara el mes de febrero sin la obligada carrerita en el Castillo.
Nada menos que 22 pilotos se reunieron, ¡a las nueve de la mañana!, en la mítica pista. Ni en nuestros mejores tiempos. Corren con los karts de 200cc, lo cual hace que les salga baratísima la carrera, tan sólo 30 euros. Tras el escepticismo inicial, la realidad anticipada a veces por el Sr. Javi Amián: los karts de 200cc corren casi tanto como los de 300cc. Tanto que es así, que en su sesión de Clasificación Miguel-R vió horrorizado cómo sus 32:05 eran superados por 3 pilotos por debajo de 32 y otro... ¡por debajo de 31! ¿Qué estaba pasando?
Corrió Peter en la primera semifinal y Miguel-R en la segunda. Saliendo más cerca de la cola que de la cabeza, sólo Miguel-R pudo remontar lo suficiente para colarse lastimeramente en la Final A. Su sexta posición en principio no daba acceso, pero la undécima plaza se elegía por tiempos y le valió un magnífico 31:35 (con un kart de 200cc, ojo) para llevarse el puesto. Se vio mucha agresividad en la pista en ambas semifinales, tanto que vimos sorprendidos cómo Joaquín (¿recuerdan al dueño de la pista?) le daba una regañina al grupo. Por lo visto no suelen ir tan a cuchillo, pero había algo en el ambiente...
Salió Peter cuarto en la Final B y se vio envuelto en mil refriegas. Estoy deseando repasar su carrera con el vídeo que graban con un trípode desde la grada. Miguel-R, saliendo el último y con un kart flojito, preparó la caña para lo que cayera y luego tapó huecos, consiguiendo, creo, una honrosa octava posición. ¡Un puntito para las kartadas! (Según nuestro sistema de puntuación, claro).
Por si alguno del Kartingaso lee esto, dejo expresado aquí el agradecimiento por el trato ofrecido a estos dos errantes kartianos. Se entiende que el grupo sea tan numeroso.