jueves, 6 de septiembre de 2012


PROBAMOS EL INDOOR+OUTDOOR DE MADRID.
No es que tuviéramos unas grandes espectativas con la suma de los trazados interior y exterior del Carlos Sainz Center de Madrid, aunque el Sr. Pablo, desde su retiro perroflauta de Tarifa, lo recomendara encarecidamente, pero mejor sería eso que volver a insistir en el repetitivo trazado interior o que ir hasta el Circuito de Las Rozas. Así pues, Mato y Miguel-R, ya que el sábado pasado coincidieron en Madrid, aprovecharon la oportunidad de probar este supuesto supercircuito.
De momento, como siempre, todo agrada en este circuito: la organización, los monos, los karts, etc. Primeras vueltas, solos en la pista, para tantear el circuito y aprendérselo. Estos trazados tan estrechos no son para probar adelantamientos sino para probarse a uno mismo contra el crono. Las ruedas, frías, al principio ofrecen muy poco agarre, sobre todo en el trazado interior. Se nota mucho la diferencia entre la parte de dentro y la de fuera. Como hay muchas curvas ciegas, además, hasta que lo tienes memorizado el miedo (la prudencia, dirán algunos) te hace levantar el pie instintivamente. No hay un momento de respiro: curvas, curvas y más curvas, así que para bajar el crono no basta con ir fino, hay que ponerle intensidad máxima a la conducción. En el último suspiro, Miguel-R dejó el tiempo de la primera tanda en 1:03:587.
Nos dijeron que un buen tiempo estaría entre 1:02 y 1:03, así que fuimos a por una segunda tanda sin contemplacíones con el reto de bajar de 1:03. Solos otra vez en la pista, Miguel-R delante y Mato detrás, calcándose, con un rabillo del ojo puesto en el panel de tiempos. Con los neumáticos fríos es imposible y pasando las vueltas no llegaba ese ansiado 1:02. En las dos frenadas del trazado interior hay que frenar con demasiada antelación, por el riesgo de trompear. Más tarde, ya se puede apurar más, muchísimo más. A tres vueltas del final, Mato marcó 1:02:999, y por un momento creyó que era suyo, pero viendo que el otro no cejaba, volvió a apretar para marcar 1:02:612. Pero era tarde: en la última vuelta Miguel-R lo clavó con un apretadísimo 1:02:610. Dos milésimas de diferencia, un suspiro, para rematar una sesión pura de contrarreloj.
Las sensaciones del circuito fueron muy buenas. Es mucho más divertido que usar sólo el circuito indoor. No es para un Gran Premio de Kartadas, pero sí muy recomendable para una sesión de entrenamientos extraoficiales. Dejo colocado el tiempo conseguido en la sección de Records de Vuelta Rápida, mientras el Sr. Pablo encuentra un hueco para ir a pulverizarlo.

1 comentario:

  1. Que cabrones. Tenía que haber tirado por Madrid de camino a la playa... Bueno, queda de camino a Zaragoza, quizás el año que viene. Empezaremos a aplicar la psicología inversa desde ahora mismo, que para el que no la conozca, es muy parecida al sassar: dar distancia al principio para adelantar acelerando con fuerza al final.

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