Vuelve a casa, kartiano, tras tantos años errante, dando tumbos por circuitos de lejanas poblaciones. Por fin tienes tu premio, lo que estabas esperando y que casi creiste tener cuando abrieron el Circuito de Alcalá del Río. Cuando ya esa esperanza estaba tranquilamente guardada al fondo del cajón de la memoria y tenías firmemente asumido que echar una carrerita de karts implicaba un inevitable peregrinaje, justo en esos tranquilos días, un pequeño folleto se desliza entre tus manos, y parece uno de tantos... ¡pero no lo es! Porque cuando los ojos se deslizan buscando la información clave, dónde está el circuito, esperando leer "Fuengirola" o "Velez Málaga" o "Badajoz", encuentran algo desconcertante: "Avda. Pino Montano, al final", seguido de... "SEVILLA".
Fue el Sr. Peter, ese piloto entre dos mundos, el que mostró esta semana el folleto a Michael Knight, y también él quien al día siguiente estaba en la pista para echar un vistazo. Pista recién asfaltada, muy sucia aún, pedazo de karts como los del Carlos Sainz Center, y poco más de momento, salvo un divertido vídeo en youtube grabado por la novia de los primeros chavales que pasaron por allí. Échenle un vistazo al vídeo y díganme si no debemos montar rápidamente una Comisión Evaluadora, antes de que los Moi o los Flama destrocen los karts.
Está vez no habrá que ir lejos... apenas cuatro kilómetros desde la casa del que suscribe, al pie de la Supernorte. Joder, si casi podríamos ir andando...
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