ALERTA AMARILLA.
Bajo el sol abrasador de Almancil, Cappi dejó el Campeonato visto para sentencia.
El que tenía que haber sido el día grande del Campeonato de Kartadas 2011, se convirtió en su día más difícil. Era la víspera de la prueba, más de las once de la noche, y un Michael Knight abatido se planteaba cancelar el Gran Premio de Primavera después de que en la horas previas hubieran amagado su participación varios pilotos. Sin embargo, el Sr. Javi Amián (que vive a 400 km de Almancil) se mostraba firme en correr como fuera y no perder el dinero de la reserva. Y este extraordinario despliege de motivación proporcionó el subidón necesario para seguir adelante.
Quedaban tan sólo siete pilotos, siete samurais de las kartadas, para llenar el gran circuito de Almancil: los Trujillo, a pesar de ser los más nuevos, o precisamente por eso; Cappi, a pesar de estar al cuidado de una preciosa niña de tres semanas; Miguel-R, a pesar de tener que escaparse de un curso a mitad de mañana; Pedrós, nuestro gran Toro Rosso, a pesar de tener la cabeza en otras cosas; Mané, a pesar de encontrarse a mitad de sus vacaciones; y Javi Amián, a pesar de vivir muy lejos, tener mujer, hijo y un cuñado de 14 años.
No sé qué tiene la fecha del 25 junio que ha producido tal desbandada entre la Parrilla. En cualquier caso, hubo quorum y la prueba se disputó. En lo que ya se va convirtiendo en una tradición, el organizador llegó tarde después de haber pedido puntualidad. Los portugueses retrasaron la prueba sin problemas. Se conoce que la ola de calor había hecho quedarse en el apartamento o en la playa a muchos turistas. Via libre para arrichacharse en el asfalto.
Llegó el momento de dirigirse a los karts, pero Joao y compañía tenían reservada una pequeña sorpresa. Hicieron a los pilotos dirigirse a una zona de boxes distinta a la habitual, una zona muy bonita que queda justo debajo de las magníficas gradas y que no habíamos visitado antes. Pero esta no es la sorpresa, sino la siguiente: apareció el Sr. Cristophe, también conocido como el Ducruet, y nos anunció que correríamos la prueba en sentido inverso. Sí señores, de pronto, circuito nuevo. Lo que tanto hemos pedido, puesto en bandeja sin pedirlo para los siete samurais.
Cappi entendió rápidamente el nuevo trazado y consiguió la pole. Rápidamente es un decir, claro, porque los quince minutos de crono se hicieron eternos y pasarían factura después. Miguel-R le acompañaba en primera linea, lo que hacía presagiar un nuevo dominio amarillo. Peter ajustaba un poco más la máquina alcanzando la tercera posición. Después de éstos, se colocaron Javi Amián, Juank, Mané y Pedrós, todos preparados para una salida en dirección contraria a la habitual, de modo que les esperaba una primera curva muy cerrada, de esas en las que, con los 17 pilotos del año pasado, hubiera habido sangre.
Sin embargo, la salida fue limpia, de libro. Peter salía muy rápido y amenazaba colarse por el interior, pero Miguel-R se fue a ese lado y cerró la puerta. La Fiebre Amarilla dominaba la primera vuelta, y aparentemente eso es lo que se podía esperar para el resto de la prueba. En la última curva de esa primera vuelta Peter se marcaba un trompo, y se iba al traste su plan de dosificar fuerzas. En la recta de meta, Miguel-R aprovechaba un ligero error de Cappi para colocarse en paralelo. Demasiados metros por delante para pensar en qué hacer. Colarle un interior arriesgado a tu compañero de equipo o no, esa es la cuestión. Como resultado de esas dudas, el piloto B de los amarillos tiró la carrera por la borda con un interminable trompo de 360º. No pasó a última posición porque Peter no venía. Cappi cogía una ventaja que ya no perdería. Javi y Mané peleaban por la segunda posición, Juank y Pedrós por la cuarta, y los dos trompeadores por enmendar sus errores.
La situación no daba por tanto para especular, salvo quizás para el líder. Había tiempo, pero había que atarse los machos. Miguel-R llegó rápidamente hasta Juank y Pedrós. Rebasó al primero en el mismo lugar donde poco antes metió la pata, y se colocó entre éste y Pedrós, que sabe cómo defender una posición a pesar de estar en inferioridad de condiciones. Juank intentó devolver la jugada en el turno siguiente, con demasiado ímpetu. Patinó hasta el fondo, y ya era el tercero de siete, y se descolgó del trenecito. Poco después, Pedrós tuvo que ceder ante la mayor velocidad punta del amarillo. Definitivamente, esas manos merecen una mecánica superior.
La pelea de Javi y Mané tomaba unos tintes muy interesantes, por un lado para ellos mismos, que se lo estaban pasando bomba, y por otro para Miguel-R, que la veía como su única oportunidad de alcanzarlos. Parece ser que el mejor paso por curva de Javi, combinado con la mejor tracción de Mané, les hacía pasarse el uno al otro continuamente y sin remedio. Ninguno conseguía los metros suficientes para hacer su carrera. Así pues, Cappi tranquilo, estos dos a la gresca, Miguel-R llegando, o no, y los Trujillo… Los esforzados pilotos del Trujillo Racing Team encontraron paulatinamente que el calor sofocante no les iba nada bien. Sus respectivos trompos les estaban haciendo dar el resto demasiado pronto y, primero Juank, y después Peter, tuvieron que levantar el pie para recuperar el aliento. No tardarían en retirarse de la prueba.
Pescando en río revuelto, Miguel-R le arrebató el tercer puesto a Mané, pero no le duró mucho. Poco después, el de morado no sólo recuperó su posición, sino que volvió a enganchar con Javi. Y así hubieran podido llegar hasta el final, jugándosela entre ellos, pero en un final de recta de meta aún más arriesgado de lo habitual, Mané acabó frenando contra una rueda trasera de Javi. Miguel-R llegó para colocarse tercero y esperaba que Mané dejase pasar a Javi para colocarse segundo, pero paradójicamente, precisamente por estar el de amarillo ahí, esto no iba a pasar. Demasiado pedirle a nuestro impulsivo amigo Mané.
Cappi dejó el Campeonato casi sentenciado y se convirtió en el primer piloto en ganar dos carreras consecutivas. Mané mejoraba su tercer puesto de Campillos 2009, Miguel-R maquillaba su mediocre actuación, a Javi le faltaban una o dos vueltas para cogerle y Pedrós completaba con calma su particular travesía por el desierto. Algunos declaraban después no haber tenido nunca una carrera más dura. Deshidratación, dolor generalizado, ampollas en las manos, piel chamuscada. Peter relataba cómo se había tenido que parar en una escapatoria buscando aire. Mané era sudor de arriba a abajo. Miguel-R descubría más tarde que sus brazos eran como un helado de fresa y nata, rojo en la parte expuesta al sol y blanco debajo de la manga corta.
Nadie parece capaz este año de parar la Fiebre Amarilla. Si acaso el Si No Sabes Pilotar Paquete Metes, si Pablo Kartman reaparece. El Trujillo Racing Team venía a confirmar su progresión, pero se toparon con unas condiciones climatológicas muy adversas. Y estaban muy contentos en el Chupa Rueda y en el Pierre Nodoyuna y Patán, dos equipos señeros con auténticos karteros al frente, por su notable actuación y por las sensaciones vividas al volante. Sin embargo, la soledad de sus pilotos franquicia limita mucho sus opciones como escudería.
No ha sido éste el más brillante Gran Premio de las kartadas, como es notorio. Como dijo Cappi luego en la comida, había más gente en el podium que fuera de él. Sin embargo, mereció la pena correrlo, y será recordado por su gran dureza y por ser el primer sitio donde pudimos probar una pista en sentido contrario al habitual, experiencia que lamento no hayan vivido más karteros. Quiero pensar que habrá otros Grandes Premios, pero en éste, sin duda, hemos vivido un punto de inflexión.