EL MONO.
Yo también me aburro mucho, como el Sr. Mato. Me aburro muchísimo. Pese a que desde aquí defiendo el formato de cuatro Grandes Premios por año, por impepinables motivos logístico-económicos, la espera entre cada carrera se me hace eterna. La primera semana es mala, repasando mentalmente lo ocurrido en la pista una y otra vez, pero entre crónicas, fotos, comentarios, clasificaciones y demás, se va pasando. Después viene un marasmo de satisfacción en el que la mente deambula libremente por otros intereses y se entretiene con las fiestas navideñas, las vacaciones o las propias del folclore local, véase la Feria de Abril por ejemplo. Pero todo eso se acaba, y antes de cada Gran Premio suele haber un mes de desierto, más o menos, en el que, al auténtico piloto de kartadas, se le viene encima el mono de pisar a fondo, apurar, empujar, adelantar, cerrar el hueco, sasar, volantear y contravolantear, buscar el vértice, rozar el neumático, hacer la pole, remontar... pilotar el suma.
Este mono Michael Knight lo viene sufriendo ya desde hace más de una semana. Un auténtico tormento que sólo se alivia de vez en cuando haciendo un poquito de conducción deportiva en las dos o tres curvas bonitas que se encuentra habitualmente de sus trayectos rutinarios. Pero claro, lo suyo es una buena sesión de kartadas con el Arkadas Karting Club.
Señores de BMW, Aquí Hay Piloto, Chupa Rueda, Scudería Birrari, Pierre Nodoyuna y Patán y La Curva lo Pedía: espero sus comentarios y confirmaciones. O se dejan caer por aquí o Michael Knight caerá sobre ustedes, preferentemente a horas indecentes e intempestivas. Hay que animar el cotarro. Necesito cotilleos, movimiento de banquillos, novedades, etc. A los del Trujillo Racing Team les he sorprendido con camiseta nueva, con logo molón y nombre de piloto, claro que a estos los tengo fácil de espiar porque el Sr. Peter y yo viviemos puerta con puerta.