YO, POR GANAR, MA-TO.
Mato y Pablo se repartieron la primera carrera nocturna de las Kartadas y la victoria final en el Campeonato.
Y el Circo de las Kartadas se trasladó finalmente a Madrid para rematar la temporada del retorno de Pablo Kartman tras su exilio de 2009. Temporada que será muy recordada también por el "carrerón" del Castillo, con ese vídeo de antología, por la Parrilla de 17 pilotos de Almancil y su tremenda carrera de 30 minutos, y, ahora, también, por este fantástico broche final con la primera carrera nocturna de nuestra corta historia. En la cual, que no me olvido, un Mato "insultante" pudo por fin clavar su bandera en su carrera. No la clavó mucho, claro, porque en Asupark no hay más que cemento, pero el espectáculo mereció la pena.
Amanecía un día plomizo en la capital de España. Unas nubes grises y espesísimas cubrían totalmente el cielo. Sin embargo, confiábamos en Maldonado. Sus detalladas predicciones informaban de un pico de buen tiempo justo a la hora de la carrera. Mirando el cielo, confiar esta posibiblidad parecía un puro acto de fé. Y sin embargo... Cinco de la tarde. Los cielos se abren y unos hermosos rayos de sol caen diagonalmente sobre el asfalto de la pista. Ustedes los que van a leer esto, estuvieron allí, así que no tengo que jurárselo. Esto, realmente, sucedió.
Más claro estaba que Pablo volvería a ganar el campeonato. No acertó Miguel-R con los reglajes buenos y la necesaria victoria no sólo no llegó, sino que además un rácano quinto puesto le priva del subcampeonato. Ay, no sólo Fernando Alonso está hoy lamentándose amargamente de su suerte. Otros sí dieron con la tecla de las configuraciones aerodinámicas y volaron bajo sobre el asfalto. Tanto, que saltaron algunas chispas.
Con la baja inesperada y de última hora de Dai y la aparición final del Pierre Nodoyuna al completo, la convocatoria madrileña reunió finalmente a 11 pilotos en el desconocido y lejano Circuito Asupark. Nada mal para una aventura a la que Michael Knight le tenía un poco de miedo, la verdad. Por el camino se nos quedaron Aquí Hay Piloto, por boda, Terrible, por nacimiento, y el mencionado Dai, por bautizo. Como verán, el Arkadas Karting Club es una mafia en la que lo único que va antes que la competición es la Familia.
La sesión de entrenamiento, sin más valor, en princio, que el reconocimiento de la pista, estaba también cronometrada y mostró un sorprendente abismo entre los tiempos de Mato Kartman y Cappi, en 1:06, y los cinco siguientes, agrupados en tiempos de 1:08. Viendo ésto, se avisó a Mato de que iba a tener una "nueva carrera aburrida", y se le animó a cambiar de coche, pero, claro, ¿quien viene aquí a divertirse? También fue realmente singular la manera de sacar los coches a la pista, un auténtico espectáculo que ojalá alguien hubiera grabado. Me es muy difícil describirlo, así que se quedará en la memoria de los que lo vivieron. El dato importante es que se confirmaba que estos karts no tienen motor de arranque y, por debajo de una velocidad mínima, se calan.
La pole fue para Mato Kartman, con un tiempo de 1:06:15. Los morados dieron la sorpresa en la sesión de Clasificación rebajando dos segundos sus tiempos y desplazando a los candidatos al título a la quinta y sexta posición. Mané volvió a demostrar que es un gran clasificador (1:06:91) y se coló por delante de Cappi (1:06:96) por centésimas. Su compañero Luis (1:06:97) también estuvo a punto. Pablo (1:07:53) y Miguel-R (1:07:89) no pudieron rebañar tanto sus cronos. Los siguientes fueron un Peter (1:08:54) cada vez más enchufado, Ale Heikennen (1:09:15), Pedrós de Shangai (1:09:37), Javi (1:09:55), nada contento con la velocidad punta de su monoplaza, y su hermano aunque rival Chechu Birratore (1:10:88). Javi pidió cambio de coche para la carrera, y lo tuvo, pero no sirvió de nada, como se verá más adelante.
La noche ya era cerrada y llegaba más gente a correr en el circuito, a pesar del frío que hacía. A la luz de los focos y ante la mirada de los curiosos, la serpiente multicolor de las Kartadas se puso en marcha para lanzar la carrera de su Gran Premio de Invierno, al modo de salida lanzada tras safety-car. Los pilotos se fueron agrupando a toda prisa tras Mato Kartman, que zizzagueaba nerviosamente para mantener la temperatura de los neumáticos, y todos le imitaban. El arranque real de la carrera pilló por sorpresa a casi todo el mundo, y se abrieron huecos entre los karts. La carrera se rompió totalmente entre Miguel-R y Peter.
Por delante, Mato luchaba sólo contra el crono. En el siguiente grupo, Cappi luchaba entre Mané y Luis, los cuales, o no se enteraron de la advertencia de los anfitriones de que en la chicane era peligroso tratar de adelantar, o no se quisieron enterar. El caso es que Luis hizo la jugada con Cappi y más adelante Mané con Pablo, con idéntico resultado: colisión entre los dos vehículos implicados. Era de esperar, porque a la primera curva de la chicane se tira uno sin soltar el acelerador, lo que hace imposible que el perseguidor meta realmente el coche. Igual no están de acuerdo, es sólo una apreciación personal. A Cappi, anteriormente conocido como el Caballero de la Pista, con la jugarreta de Luis se le empezaron a aparecer los fantasmas de todos los empujones recibidos durante la temporada con una sonrisa, especialmente el de Mato en Conil, y todas las veces que su compañero le ha dicho que es demasiado educado, y no se resignó a ser esta vez el damnificado de la Crónica. Luis despertó a la bestia, y fue invitado "amáblemente" a salirse por exterior de la curva 1 algunas vueltas más tarde.
Ajenos a esta lucha, Pablo aprovechaba las erráticas trazadas de Mané para recortarle metros en la parte revirada del circuito. Miguel-R se dejaba el pellejo para entrar también en la lucha. Lo habrían visto en primera fila todo si la luz hubiera sido suficiente para la cámara-on-board. Una pena, porque hubo hermosos cambios de posición. El de amarillo aprovechó su oportunidad para adelantar limpiamente a Pablo, lo cual le vino bien a Mané, porque sólo el de rojo-antes-rosa tenía realmente ritmo para darle problemas.
Desde la novena posición, Pedrós le robó la cartera a Ale Heikennen, entró en zona de puntos y se lanzó a por Peter, al cual también pudo pasar tras un intenso mano a mano. Por detrás, Javi había pasado de guatemala a guatepeor con el cambio de coche. Tan es así, que Chechu tuvo tiempo de entrar en boxes, salir con un nuevo kart y volverlo a coger. Una suerte frustrante para el piloto más comprometido con la causa, como prueba ese cocpit artesanal que tiene montado en casa para trabajar durante horas con el simulador.
Al bajarse los pilotos de los karts hubo algunos momentos de tensión cuando Luis recriminó a Cappi el empujón. Supongo que pensaba que la cosa no había quedado en tablas entre ambos. Quien puede saberlo ahora, sin tener grabado el momento del contacto en la chicane. Afortunadamente, se arregló todo con un apretón de manos y un posado como compañeros en la foto oficial.
Este año los títulos se reparten entre el Si no Sabes Pilotar Paquete Metes (pilotos) y el R5F1Team (equipos). El Pierre Nodoyuna y Patán se ha convertido en el tercer equipo más relevante de las Kartadas, beneficiado por la soledad de los pilotos de Amor por Sato y Ralph Schumacher y del BMW, y por las ausencias del potente Aquí Hay Piloto, que había comenzado muy bien. La Scuderia Birrari sigue luchando por entrar en zona de puntos. De momento son el equipo mejor conjuntado de la Parrilla. Y se estrena el Trujillo Racing Team con ese puntito muy trabajado por el Sr. Peter. Enhorabuena.
Tras la excitación de la carrera llegó el clásico anticlímax y ni siquiera estar reunidos en Madrid, lejos de casa, sirvió para mantener unido al grupo. Cada uno por su lado, algún loco incluso cogió la carretera para volver a Sevilla conduciendo toda la noche. Esto es así, como dijo un sabio. Cuando se acaba la carrera se acaba ese bendito momento de creer que seguimos siendo unos críos. Entonces algunos se acuerdan de que tienen niños o mujeres embarazadas esperándoles en casa, o se dan cuenta de que les duele todo el cuerpo. Sólo espero volver a verles en el Campeonato del año que viene y reeditar estos míticos momentos hasta donde el cuerpo aguante.